La herencia de papá perezoso
Publicado por Daniel Marín Londoño | | Posted On domingo, 16 de agosto de 2009 at 22:33
I - El diablo y el culicagado
El papá perezoso, cuando aun no sabía que sería papá, le llamaba la atención la más grotesca palabra para un pequeño perezoso de cinco años de edad. Culicagadoooo, grita desde la colina más alta que pudo encontrar. Ríe sin poder detenerse junto a su amigo. Al cual también le llamaba la atención esta grotesca palabra.
Después de caer la noche el papá perezoso llega a su casa. Lo espera su enfurecida madre ardilla. Si vez perezoso, si seguís así, te va llevar el Diablo. Le advertía con insistencia y con malicia en sus ojos, la mamá ardilla. Después de cuñar la puerta principal se dirigen a descansar. Duermen. Tocan la puerta. Es media noche. Perezoso mira a ver quién es, grita la mamá ardilla. El perezoso no quiere ir por el miedo que le causa, la peligrosa advertencia de su madre. Anda pues home perezoso, grita con aun más insistencia. El perezoso llega a la puerta. Abre dando espacio para que el sospechoso visitante pueda entrar. Efectivamente es el Diablo.
- yo no me dejo llevar, grita con valentía el pequeño papá perezoso.
Solo se escucha un golpe en la mitad de la noche. Lo mate lo mate, grita el papá perezoso.
- ay juemadre, mamá ardillaaaa, este verriondo niño me mató me mató.
- ¿tía ardilla?
El papá perezoso, cuando aun no sabía que sería papá, le llamaba la atención la más grotesca palabra para un pequeño perezoso de cinco años de edad. Culicagadoooo, grita desde la colina más alta que pudo encontrar. Ríe sin poder detenerse junto a su amigo. Al cual también le llamaba la atención esta grotesca palabra.
Después de caer la noche el papá perezoso llega a su casa. Lo espera su enfurecida madre ardilla. Si vez perezoso, si seguís así, te va llevar el Diablo. Le advertía con insistencia y con malicia en sus ojos, la mamá ardilla. Después de cuñar la puerta principal se dirigen a descansar. Duermen. Tocan la puerta. Es media noche. Perezoso mira a ver quién es, grita la mamá ardilla. El perezoso no quiere ir por el miedo que le causa, la peligrosa advertencia de su madre. Anda pues home perezoso, grita con aun más insistencia. El perezoso llega a la puerta. Abre dando espacio para que el sospechoso visitante pueda entrar. Efectivamente es el Diablo.
- yo no me dejo llevar, grita con valentía el pequeño papá perezoso.
Solo se escucha un golpe en la mitad de la noche. Lo mate lo mate, grita el papá perezoso.
- ay juemadre, mamá ardillaaaa, este verriondo niño me mató me mató.
- ¿tía ardilla?
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