Aunque no sepa
Publicado por Daniel Marín Londoño | | Posted On miércoles, 12 de agosto de 2009 at 16:42
Leyendo un muy buen texto llegué a una conclusión: ¿Por qué no creo uno de esos tan de moda blogs?. Pero qué escribir si soy un burdo poco leído, me tengo que adaptar para que pueda surgir algo nuevo que a la gente no aburra. Comienzo a buscar en mi casa y me atrevo a empezar.
La vivienda está al frente de un parque donde las neas van y hacen barras, por la calle 34. Al frente de mi habitación hay un tierrero, la casa está bajo el nivel del suelo, donde se pueden ver las ratas y las ardillas comiendo carroña espantando a los girasoles.
Al norte, otra casa, no sé quien vive; allí las personas son de mal carácter y no saludan.
- Buenos días
- (Mira feo).
Pienso: El silencio otorga, quedo lleno de mocos como diría un amigo mío.
Todo esto queda cerca de la cruda ciudad y la fría civilización. La casa está marcada porque encima de ella hay otras ochenta, tiene el número 602 y está a diez pasos del ascensor que te lleva a un frío parqueadero y a la insípida calle.
En la casa habitan el girasol, el oso perezoso, la bacteria, la caries, el león y burdo en un ambiente donde el fuerte sobrevive o es devorado por sus adversarios. En esta lucha se permite el uso de todo tipo de objetos y palabras para poder derribar al contrincante, por lo general, el ganador es el león.
El oso perezoso y el girasol son pareja, además son muy fértiles por el simple hecho que esta unión haya logrado formar a cuatro individuos, los cuales somos un tanto excéntricos y con una pizca de intolerancia.
Sin embargo, esto no es del todo malo, he llegado a una conclusión: Aprenda y vuélvase un berraquito, como dice el oso perezoso. Si le pegan, pegue. Si lo insultan, insulte, pero gané con inteligencia. No sea güevón. Yo, nunca escuché la parte de la inteligencia por la cual, soy un maldito burdo.
Ser burdo no tiene nada de malo.
Saludos.
Gracias ya me he dado cuenta y me siento orgulloso de ser un maldito burdo.